Luego de conocerse las visitas de distintas personas a la Quinta de Olivos, durante la primera etapa de la pandemia de coronavirus, el papá de Solange Musse, la joven que falleció de cáncer y no pudo despedirse de él, expresó su indignación.
"Escuchar que había fiestas en la Quinta de Olivos provoca más que indignación: no se puede explicar. Nuestra familia está devastada. La política da asco", afirmó Pablo Musse, en diálogo con Todo Noticias (TN).
La joven, de 32 años, se encontraba realizando un tratamiento oncológico en Córdoba. A su padre, lo hicieron regresar a Neuquén desde Huinca Renancó (al sur de Córdoba) al tener resultado "dudoso" de un test rápido de covid-19. Su hija falleció cinco días después y nunca se pudieron reencontrar.
“Le quitaron los derechos a nuestra hija: Solange se fue sin poder despedirse y nadie hizo nada”, sostuvo Pablo.
Musse había realizado todos los trámites para llegar a Alta Gracia, donde su hija ya estaba en una casa con oxígeno y atenciones especiales. Pudo hacer 1.000 kilómetros en auto con su cuñada discapacitada motriz y por el resultado "dudoso" de los tests de él los hicieron regresar manejando de nuevo, sin poder descansar y sin atender a su pedido de que lo hisoparan.
Según relató, ni siquiera le dieron la opción de que su cuñada -con domicilio legal en Córdoba- se quedara en uno de los hoteles reservados para quienes deben hacer cuarentena, sino que "ocho móviles policiales" de diferentes provincias los escoltaron durante todo el camino de regreso a Neuquén.
Su hija Solange murió mientras su papá esperaba que el COE provincial lo autorizara después de haber presentado un hisopado con resultado negativo.